Psi

Freud, Violencia

 

 

 

En general, es insano contener la agresividad y es causa de enfermedad” (Solares, s/f).

 

Y no sólo contener la agresividad sino lo que se tiene que decir en el momento, que a lo mejor forma parte de lo mismo. En vista de que los episodios sociales cotidianos no funcionan, es importante entretejer o dividir, sumar o restar a placer. De lo contrario se corre el riesgo de terminar de siervo de todos los demás, desde el punto de vista de la humildad no tiene problema, el punto es que las personas se aprovechan de personas así tratándolas mal.

 

En el libro: El malestar en la cultura, encontramos:

 

<que habla por vez primera sobre -La Salida-, la idea de que todo instinto destructivo puede transformarse en conciencia. Gracias a lo cual, según Freud, la civilización logra dominar el peligroso deseo que el individuo siente de agredir> (Solares, s/f).

 

 

Entra y se da una especie de maya de autocontrol que rodea ahora al sujeto, justo como comentaban anteriormente los griegos. El ser humano, independientemente de varias cuestiones, es capaz de aplicar la misericordia, aunque las masas no lo sepan o estén conscientes de tal poder. Este por tanto, es otro de los aspectos a considearr de contante, dentro de los esquemas mentales, sentimentales de comportamiento humano, la vida por un lado y las virtudes éticas y morales.

 

 

El malestar en la cultura:

 

No logro entender cómo pude olvidar la ubicuidad de la agresividad y la destructividad y cómo pude haber dejado de concederle el lugar debido en nuestra interpretación de la vida” (Solares, s/f).

 

Está claro que estos arranques constantes de ira de cualquier tipo, proyectados por cualquier ente dentro de este mundo, es algo tan común, que debidamente por esto fue que Freud no apreciaba tales acontecimientos que tienen que ver con lo cotidiano, por lo que se amalgaman de forma que ya no son o resultan visibles dentro de determinado contexto.

 

<Después de los 40 años, Freud siempre pensaba que a lo mejor no viviría, por ejemplo, después de despedirse de alguien, por lo que no los volvería a ver. Esta era su neurosis propia, y la pregunta es: ¿habría él sido el padre del psicoanálisis, de haber carecido de tal neurosis?> (Solares, s/f).

 

La respuesta es no, en este caso y debido a que poseía esta neurosis, entonces, se sirvió de esto que él mismo vivía día a día para poder proyectar inmediatamente sus teorías.

 

Por otro lado, se observan caricaturas que se promueven en las redes sociales, una de ellas habla sobre la clásica señora que va a misa, pero que al mismo tiempo espanta a los perros mugrosos que se le acercan, habla mal de la señora X porque está gorda o acaba de divorciarse, etc. Este ejemplo lo coloco ya que dentro de la psicología social, este tipo de neurosis o más precisamente, pulsiones negativas, se dan justo por lo mismo, las personas, algunas, no todas, pero sí una gran mayoría, y esto, aunque no lo digan, pero se sienten rebasadas por una serie de cosas que no les gustan. Una persona determinada, está en todo su derecho de sentirse incómoda si ve a un perro callejero o si éste se le aproxima, lo mismo con los limosneros, hay algunos que sí pueden caminar, poseen su cuerpo entero y no trabajan, esto puede bien resultar detestable. En NYC, me tocó ver a una persona mayor, cómo se burlaba de otra, que al parecer era un homeless, el cual pedía dinero de una forma llorona, la persona mayor llegaba un momento que lo empezaba a arremedar cuando pasaba enfrente del limosnero. Son cosas que en efecto, resultan incómodas, por lo que muchas personas, aunque no lo digan, preferirían llegar a matarlos preferencialmente. Respecto de la señora gorda, yo personalmente conozco a muchas y las que he conocido en el pasado, y todas tienen planes y proyectos para bajar de peso, sólo que a la mera hora sus asuntos se ven frustrados por alguna u otra razón, por lo que tales argumentos de inicio, no son válidos. Al final, este tipo de personas resulta molesto ya que se están viendo fracasadas dentro de sus planeamientos y proyectos, por lo que finalmente no resultan ser buenas compañías. En fin, existen varios aspectos a considerar, por otra parte, la vida en sociedad es nefasta por lo mismo. Las personas se sienten derrotadas o decepcionadas por otras a su vez. Es decir, en este tenor, no es que sea original el poseer una neurosis o pulsiones negativas múltiples, sino que todo esto es acarreado por culpa de alguien más dentro de estos devastadores círculos sociales.

 

 

<Su mensaje psicológico y filosófico subraya la complejidad humana. Freud pensaba siempre de manera dualista: amor-odio, consciencia-inconsciencia, deseo-agresión, etc. Veía en los procesos mentales sanos y enfermos fuerzas opuesta en combate constantemente, la vida misma era el resultado de tales batallas> (Solares, s/f).

 

Podemos decir que Freud era extremista, o era por la derecha o por la izquierda, sin embargo esta forma de ser y de pensar es inteligente. La vida siempre brinda para escoger, 2 vías o rutas, justamente la de la izquierda o la de la derecha. Es decir: en alguna ocasión un gordito me pidió consejo para que él pudiera bajar de peso, le dije que dejara de comer. Ante esto, el gordito se molestó, sin embargo es cierto. El punto no soy yo ni mi respuesta, el punto es el gordito, lo que él pensaba era: comer y seguir comiendo y bajar de peso a la vez, al mismo tiempo. Esto significa que él quería probar las dos sopas que le ofertaba la vida, sólo que para ser feliz u obtener los éxitos, es importante solamente tomar una de las dos propuestas que la vida propone. O nos vamos por la derecha o por la izquierda. Si el gordito quería bajar de peso, debía tomar solamente una opción, la de dejar de comer. O seguir comiendo, cosa que le resultaba placentero, sólo que así no bajaría nunca de peso. Al parecer hay que sacrificar una parte de dos.

 

Por otro lado, el bien y el mal siempre se encuentran en constante debate y batalla.

 

De ahí que su epígrafe predilecto, dijo, fue uno que le tomó a Horacio: -si buscas la paz, prepárate para la guerra-” (Solares, s/f).

 

Como comentábamos en otras ocasiones, una cosa te lleva a la otra, la vida a la muerte, la muerte a la vida, es por esto que quien quiere vivir, debe morir primero.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Bibliografía:

 

 

Solares, I. (S/f). Sigmund Freud. Violencia y/o civilización. Revista de la Universidad de México. 

El conductismo que es de hecho la segunda potencia de la psicología, rechazó por completo la mente como fuente de un escrutinio científico válido, ello debido a que es una condición social la que lo aloja. Por ello es que observamos las típicas reacciones políticas, el débil es devorado y apaleado por el más fuerte, la lucha de poderes, el rico y el pobre, etc. Estos son ambientes sociales, por ello es que el aspecto de la mente, lo que involucra el o un universo especifico, plataforma de vida, no puede ser considerado.

 

A favor, tendríamos que puntualizar lo que estudia la psicología social, por ejemplo, cuando se juntan las personas, pasan cosas, y seguido, las conductas de los individuos en sociedad, dejan mucho qué desear. Pero esta es la naturaleza humana en sí, los individuos no podrían sobrevivir sin el masoquismo, sin aquellas cosas que polucionan al mismo ser humano. A los hombres les gusta sufrir, por ello es que el conductismo, es decir, los ambientes de recompensas y de advertencias, funcionan y le quedan muy bien a los sujetos en sociedad.

 

 

Por otro lado, Aristóteles creía que la mente provenía del corazón, esto debido a que la mente es la plataforma de vida, como la música es en sí también. Podemos decir que la mente es una plataforma de vida, textual, y que el corazón mediante el amor, lo es también. Este sería el gran misterio. La misericordia sería otra plataforma, es por esto que Sócrates planteaba que la voluntad era una potencia. Esto significa que es la voluntad y el amor, por ejemplo, junto a la concentración, lo que debería estudiarse en la universidades, y no derecho, geografía o cualquier otra. Las potencias morales son las que deberían ser motivo de estudio en las universidades, de nivel licenciatura, maestría y doctorado.

 

Siguiente, el cerebro no es el asiento de la mente, el -todo- no puede tener un asiento o base. El cerebro es un simple órgano, complicado aún para el ser humano, que sirve para sintonizar con la mente, de la misma forma en que nosotros podemos sintonizar mediante la computadora, cualquier región dentro del cyber espacio infinito. 

Pulsión de vida y de muerte, la fusión

 

 

 

Una lleva a la otra, una no puede ser sin la otra parte y viceversa. Lo que es de la luz, ayuda a la oscuridad y caso contrario. Quien quiera vivir debe morir, quien quiera morir debe vivir. La persona que vive es porque anhela la muerte, aunque ésta (el individuo) no lo sepa del todo. Quien muere es porque va a vivir.

 

La pulsión de vida observa lo que es propio de esto mismo, sin embargo puede ser escandalosa, como la vida en sí es. Pensar por ejemplo en los caos cotidianos, como los automovilísticos. La vida contiene un tipo de contaminación proveniente del ruido y sus altos decibeles. La vida es escandalosa y por otro lado, la pulsión de muerte no lo es, ella es silenciosa, calma, pasiva, serena y firme.

 

Los anteriores son buenos atributos. Yo personalmente siempre me refiero a que en lo particular, no me gusta la fiesta, ya que considero esto una pérdida de tiempo, entre otras cosas. La idea de sonreír es algo que aparece relativo ante mis ojos, ya que en este mundo no veo para qué ejercer tales derechos. La vida es un conglomerado bastante intrincado como para pasar el tiempo riendo de cosas que no comprendemos. La vida es muy seria debido a su importancia, es algo capitalmente serio, importante. Sin embargo cuando entro en los esquemas de estudiar, es decir, acoplar elementos congruentes con la dificultad de la vida, estoy rebasando entonces los terrenos de la muerte y su pulsión determinada.

 

Lo anterior significa que el balance entre una y otra parte, ambas pulsiones, es lo que nos lleva a los esquemas de perfeccionamiento. Las dos se necesitan mutuamente. Lo que es de muerte es de inteligencia, esto es obvio, ya que lo luminoso y lo alegre de la pulsión de vida, en un momento dado, habla sobre entretejidos de fiesta, y ahí no se encuentra ni la sabiduría ni relaciones que concluyan algún peso hacia y para la vida.  

 

Otro enfoque es el siguiente, lo de muerte, pulsión de muerte, es lo que lleva a la vida, por tal motivo es que la persona se asegurará en terrenos adecuados, por lo que se instaura ahora en hacer lo correcto, que es estudiar, que es aprender, y todas esas cosas que requieren esfuerzo y que por cierto, no son recompensadas ni estimadas en este mundo de plástico barato.

 

Las personas que arremeten en pro de estas virtudes teniendo como referente la antesala de la muerte pulsional, son más que detestadas en este mundo, ya que de manera inconsciente, las personas, las masas, poseen una virtud determinada, la que les permite reconocer a quienes se dan en dirección de la vida o de la muerte. En el ejemplo anterior hablamos de la pulsión negativa, la de muerte, la que es positiva para este sujeto en sí, más no para quienes le rodean, ya que estas masas (los otros) quieren morir por estar justamente viviendo y deseando continuar dentro de este mood, la fiesta, la holgazanería, lo fructífero dentro de sus áreas de confort tanto personales como colectivas, lo que no lleva a otra parte sino hacia la muerte. Empero, ellos no lo saben. El caso es que en el momento de la vida, hay quienes viven para morir, y los que han decidido morir para reparar sus vidas y posteriormente vivir.

 

Es como en las películas de principio del siglo XXI, donde los zombies reconocen a quienes son zombies también, pero no reconocen a los que están enfermos, por ejemplo, los que pasan como seres que ni siquiera existen. Los zombies entonces devoran a quienes no son como estos, a los normales, a los que aún no se encuentran contaminados. Pero a los que pasan por muertos, son seres invisibles, como si no existieran, los zombies no pueden hacer nada al respecto. En este tenor, las personas reconocen, pueden hacerlo, a las personas que viven para morir (o viceversa), o a las personas que viven la esencia de la pulsión mortuoria para pasar a una vida plena y con sentido. Es por esto que se da el rechazo continuo de parte de los que no entienden nada (impulsores de vida), para los que trabajan y se esfuerzan por situaciones firmes e inteligentes (impulsores de muerte).

 

Los que afloran a la pulsión de vida, son entonces los que se están apenas despertando de su muerte, viven la vida a plenitud porque quieren morir, aunque ellos no lo saben, las masas nunca saben nada. No es que la vida y su pulsión, merezca solamente condiciones de fiesta y alegría, sino mejor dicho, se trata de una constante oleada progresiva y reevolucionada de una especie de entropía compleja. Como mencionaba anteriormente, el caos cotidiano y constante.  

 

Si las características de la pulsión de muerte se asocian a una nueva vida, una que de hecho es inteligente, por un lado hablamos de que la vida es así como debería ser, una llena de estudios, ya que el sujeto apaga u opaca la vela de su existencia para poder calmar los afluentes. Aparecen entonces los ámbitos de paz, silencio, cordura, relax, precisamente para que el individuo elija bien. Lo de muerte y su pulsión es lo certero y lo inteligente, como puede observarse.

 

Entonces, las características de quienes viven la pulsión de vida, al proceder ésta de la muerte, los aspectos son putrefactos, la polución misma, lo degenerado, lo anticuado y cerrado, esto porque seguramente se vivió una vida despiadada y descarrilada en nombre de la estupidez. Esto significa que quien se enfrasca en la pulsión de muerte para seguir viviendo, lo que perfectamente puede continuar dentro de este mundo, o sea, no significa que las personas tengan que morir forzosamente para llegar a un cielo perfecto, por ejemplo... tales personas llevan entonces una ruta definida de éxito rotundo, éstas no fracasarán de ninguna forma, ya que han seleccionado bien.

 

En términos físicos, quienes viven un presente inundado de la pulsión de vida, por otro lado, están costeando el desequilibrio libresco, objetos que permanecerán cerrados por la eternidad, todo para ser reemplazados por la fiesta y el amiguismo. Sin embargo, el equilibrio puede seguir demostrándose, podríamos hablar de que lo adecuado se pronuncie tanto en el estado de vida o de muerte pulsional. Finalmente una lleva a la otra, más no dentro de la magnitud de este tipo de equilibrio. Por tanto, decir que el equilibrio se da entre una fórmula y otra, es cierto; comentar que la persona en cuestión, puede construir valiéndose de los dos lados y aportes, esto sí es falso. Lo único bueno puede provenir entonces de la pulsión de muerte, ya que lo que le continúa, es precisamente la vida.

 

 

 

Castelán, R. (2019). Pulsión de vida y de muerte. La fusión. México: RCA.

Pulsión de desaprobación

 

 

Esta pulsión que podría también llamarse -de desacuerdo-, es la que origina a la pulsión de muerte, o igualmente podríamos situarla después de la famosa pulsión de muerte.

 

La pulsión de desaprobación es la que el individuo vive cotidianamente. Es cuando el sujeto se encuentra furioso debido a su jefe el que es insoportable, o el marido que detesta a la esposa por razones varias, y por esto no deja de maldecirla. Todo esto es debido a la infernal sociedad. Entonces, como punto de partida, los ejemplos pueden ser varios y diversos. El padre de familia que no soporta a uno de sus hijos por irresponsable, por disperso e inconforme.

 

El caso es que tales personas (no todas), por un lado han entendido la forma máxima del respeto, la cual consiste en no aparecer ante nadie, es decir, si una persona no le habla a ninguna otra, en esencia debido a que ésta no hace acto de presencia en ningún lugar, bueno, esto es el respeto en su máxima expresión. Explico en dos pasos nuevamente. Número uno: el sujeto decide no tener que ver con nadie, de esta forma no le faltará el respeto a nadie. Esto lo logra no hablando con nadie, no trazando ninguna conversación con nadie. Lo anterior, si el sujeto se encuentra encadenado a una especie de trabajo donde el aspecto grupal colectivo es algo que no es erradicable. Número dos: el sujeto, inteligentemente prefiere no interferir ni físicamente siquiera, lo que significa que nadie puede verlo o localizarlo, de ser así, las personas dentro de los grupos sociales inmediatos, no pueden entrar en contacto con tal persona, por lo que nuestro amigo el practicante del respeto a su máximo nivel, se encuentra realmente respetando a todo mundo de una manera más que precisa.

 

¿Pero qué sucede cuando los aspectos presenciales no pueden evitarse?, entonces viene la marca que dice que el aspecto social es realmente lamentable, ya que la más de las veces las personas harán alarde de sus animalescas capacidades. Y ahí entra de inmediato la Pulsión de Desaprobación.

 

Hay varias cosas que tomar en cuenta, y todas éstas tienen que ver con las relaciones sociales. Se habla por un lado de la importancia de los líderes dentro de un organismo empresarial de trabajo, los cuales deben manifestar tolerancia y humildad, como peldaños elevados, sin embargo, la más de las veces, tales sujetos no logran estas propuestas por lo que terminan fungiendo como siempre terminan siendo, personajes desdichados acompasados de pésimas costumbres antimorales y antiéticas. Es cuando se entra en oposición de manera inmediata, los jefes con o contra los empleados por ejemplo. Sí, una cosa es lo que maneja la teoría y otra es lo que arroja la praxis. Por otro lado, todas las madres del mundo dicen a sus hijos: -pórtate bien hijo mío, de lo contrario pagarás facturas-. Lo anterior se refiere a la importancia de la auténtica educación, la cual es importante abarcar para poder hacer como es debido, dentro de los principios que dicta el sentido común y la misericordia.  

 

Me refiero principalmente a que gracias a que los humanos no se comportan debidamente, ello por no tener una buena educación, es por esto que las problemáticas de cualquier grado y a cualquier nivel, se desprenden. Éstas forman parte de un ejercicio constante, todo es constante. Y de la misma manera, es decir, constantemente, es que los individuos pasan horas varias al día maldiciendo su mala estrella, su mala suerte, el hecho de haber conocido a tal o tales personas por demás detestables.

 

Dentro de este apartado encontramos a personas buenas y malas, las que tienen consciencia y las que no, las que son virtuosas por poseer virtudes, y las que no, esto según las inteligencias múltiples de Gardner.

 

Los ejemplos de la pulsión de muerte lo encontramos en:

 

Fumar, drogarse, beber en exceso, cruzar una calle transitada “distraídamente”, tener sexo no seguro” (Ramírez, 2007).

 

 

No se trata de la antesala del suicidio, pero sí de una forma inconsciente. Pero podemos igualmente hablar sobre las personas que se comportan así simplemente porque sus trabajos no les agradan, esto es el motivo de porqué muchísimas personas al rededor del mundo, se drogan.

 

Según la cita anterior, observamos que es una especie de plataforma general, donde tales sentimientos destructivos autocompasivos no generan una energía constante que se dé de manera persistente, sino que son como las alucinaciones acompañadas de lo consciente y que premian al momento en que se suscitan. La Pulsión de Desaprobación por otro lado, sí es una constante que no puede desaparecer, hasta que tales entramados son erradicados de manera consciente por el individuo en cuestión. Y para ello, es necesario que la persona se deslinde de aquello que le perturba. Si se trata de su insoportable jefe, entonces tendrá que renunciar al trabajo, o renunciar al matrimonio o cualquier otra cosa que le aqueje.

 

La Pulsión de Desaprobación es también una manera de acusar a las demás personas (que están en contacto con nosotros), con Dios o con la vida misma, y pedir que estos se encarguen de aniquilarlos a la brevedad. De esta manera es como el individuo en cuestión, puede aportar su grano de arena, limpiando lo que tiene que limpiarse, tirar la basura en su lugar, es decir, desechar a todas las personas fósiles y problemáticas hacia un recinto de despojos. Como lo menciona Bauman, cuando habla de los Residuos Humanos.

 

Estos pueden ser tanto tóxicos como estorbosos. Cualquier persona que en dado caso no esté lo suficientemente educada o que no se haya dejado educar, lo que termina siendo lo mismo (solamente critico los aspectos previos ante el surgimiento de los nuevos o actuales hombres de sociedad), concluye siendo (o en plural), personas que no deberían salir a la calle, ya que sus presencias son el significado de la guerra que se encuentra a la vuelta de la esquina. Estas personas están más que listas para ser detestadas por el resto de la humanidad y por el resto de sus días. Ellos son los restos o desechos humanos, quienes no sirven para lo social, siendo lo social el imán que atrae a todo mundo junto a las demás personas para elaborar los actos y acciones de sufrir.

 

La Pulsión de Muerte es básicamente: -el deseo de no tener que vivir la vida-. hablamos entonces de una mala actitud ante todas las cosas. Personas con mala actitud, todos tenemos el honor de conocer a cierto número de ellas. La Pulsión de Desaprobación, por su parte: -es el deseo de reparar las cosas mediante la verdad y el confrontamiento cara a cara-. Sí hay deseo, en la PDM no.

 

La PDM -es la ausencia de deseo, mejor dicho, la indiferencia-. Es estar muerto en vida. Es lo peor de lo peor.   

 

 

 

 

Bibliografía:

 

Ramírez, S. A. (2007). Pulsión de Muerte. PsicoSujeto. http://psicosujeto.blogspot.com/2007/07/pulsin-de-muerte.html 












































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